¡Qué ilusión tenía Alicia! Su abuelo le había prometido ir a quitar el espantapájaros del pequeño huerto, nada le gustaba más que vestir y desvestir al viejo hecho con restos de madera y bondadosa sonrisa.
Brillantes y transparentes, con su tamaño de balón de baloncesto y sus tres metros de tentáculos, las Medusas Avispas de Mar desde Australia, trataron de dar esquinazo al otoño con estos bonitos trabajos.