No hay nada que destaque más en primavera que una gran flor, y esa flor son nuestras mamás. Las mamás nos liberan de todos los temores y nos ayudan a ser grandes y fuertes.
Alicia esperaba todas las noches el beso de su madre, ese beso que la ayudaba a dormir y descansar, el mismo beso que la despertaba todas las mañanas con olor a mantequilla.